
No quisiera detenerme nunca,
Ni separarme de este empeño que busco al amarte;
Tomar tus cadenas, tus heridas mas profundas,
Y hacerlas tan mías para poder encontrarme.
Leo de tus labios una lágrima,
Una prístina de este viento cortante,
Es del frío que quiero proteger tu alma,
Del mismo dolor donde quisiera acompañarte.
Hoy me llega tu noche tan desnuda,
Como tu tristeza, tu destierro al mirarte,
En tus ojos palpitan mil estrellas,
Hoy no puedo, no puedo dejar de abrazarte.
No quisiera detenerme nunca,
Ni separarme de este empeño que busco al amarte;
Tomar tus cadenas, tus heridas mas profundas,
Y hacerlas tan mías para poder encontrarme.