Profecía

Serán los otros los que se levanten,
Será el mismo sueño ancestral,
El incontable, el innombrable despertar.

Seán los otros.
Los del antiguo pacto,
Sobre la sangre hermana que yace durmiente,
Que espera la señal,
El mensajero,
El portador de la libertad.

Los signos estan sembrados,
El espacio abierto,
El anhelo al viento,
De quien tiene el espíritu en su morral.

Una vasija de otro mundo;
Regreso a otra edad,
Mito planetario;
Regreso de los otros:
Los amigos de lo eterno,
Quienes llevan infinito en su frente.

Errante

Errante, tu destino
Alborada Fantasmagórica.
¿Quiénes están bajo tu caravana?
¿Quienes reinan el reino de la nada?

Desvelan, en tu almohada
Bocanada, fiebre pretérita
¿Adónde estás tu errante, cuál es tu tierra?
¿Cuál, tu planeta?
!Atardecer del edén!

Cuidado con la serpiente, cuidado del cascabel,
No juegues con la suerte, con la muerte en el papel.

Elijo este destierro, el rastro de mis pasos
Elijo al caminate a otros pasos errantes.

Ya me di al poder

Ya me di al poder que mi destino rige,
No me agarro ya de nada, para así no tener nada que defender,
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí,
Sereno y desprendido,
Me dejará el águila pasar a la libertad.

El Otro

Quien Mira tras la puerta semiabierta,
Bajo el arco que divide al mundo en dos.
Respirando otro lado del aire,
Es igual que saber;
Que saber sin saber.
Es mirar,
Sin poder interpretar;
El libro que se muestra,
Cubierto por un manto:
Un perfume ancestral.

Caminando los mismos pasos que el mundo,
Recorriendo días de igual color,
Caminando los mismos pasos que el mundo;
Asombros que evocan.

Esperando que lluevan memorias rotas,
Reviviendo noches de historia sin forma,
Esperando que lluevan memorias rotas;
Quebrajadas brotan,
Florecen de ayer;
Y quieren desaparecer.

Me llama esta presencia,
Futuros, luces esencias,
Me llama esta presencia,
Destello de la conciencia;
La conciencia, la conciencia.

Regreso de recordar,
Soplos de vastedad.
Vistas al asomar,
Cielos de eternidad.

Viajera

Tu, que caminas,
Dejando atrás voces que fueron vidas.
Viajera, peregrina,
Sin fin de pasos nuevos.
Estela de luz de abismo,
Sumergible de arena.

Tu bitácora, es la luna errante,
La metáfora, es la guía de viaje;
Un quimérico acompañante,
de viento, tu equipaje;
Frontera de un sol cautivo,
Dirigible de estrellas.

Caminante astral, un ave final,
Vigilante de la bruma ancestral,
Caminante tras:
El fuego sin tiempo.


Luego de llegar, una nueva partida,
Dejar de nuevo atrás, y cruzar la salida;
La huella del crisol,
Invisible y fugaz.

Todo a su tiempo

Todo a su tiempo


Hay un tiempo para cada cosa, y un momento para hacerla bajo el cielo:
Hay tiempo de nacer y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado.
Un tiempo para dar muerte, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir.
Un tiempo para llorar y otro para reir; un tiempo para los lamentos, y otro para las danzas.
Un tiempo para lanzar piedras, y otro para recogerlas; un tiempo para abrazar, y un tiempo para abstenerse de hacerlo.
Un tiempo para buscar, y otro para perder; un tiempo para guardar, y otro para tirar fuera.
Un tiempo para rasgar, y otro para coser; un tiempo para callarse, y otro para hablar.
Un tiempo para Amar, y otro para odiar; un tiempo para la guerra y otro para la paz...


Eclesiastés 3, 1-8

El Amor...

"...El día que el hombre permita que el verdadero Amor surja, las cosas que están bien estructuradas se transformarán en confusión y harán que se tambalee todo aquello que es cierto, que es verdad. El mundo será verdadero cuando el hombre sepa Amar; hasta entonces, viviremos creyendo que conocemos el Amor, pero sin valor para afrontarlo tal y como es. El Amor es una fuerza salvaje. Cuando intentamos controlarlo, nos destruye. Cuando intentamos aprisionarlo, nos esclaviza. Cuando intentamos entenderlo, nos deja perdidos y confusos. El Amor es fuego y transformación, metamorfosis; arte de conciencia y libertad, arte de Amar en otredad..."

Bendiciones para todos...

Invocación

Libre padecer, garganta ajena,
Respiración de locura,
Insaciable otredad,
Incurable cura fraterna,
De sentirnos otros, enfermos de otros;
Sueños viajes, amores otros,
Pasajes a otro lugar;
Pasos nuevos, lazos otros,
Tejidos en otra edad.

Brotes de mi tierra, ofrenda y espesura;
Montes en último día,
Cielos mismos, vidas indistintas,
Cauces mares, céfiros sin cabida,
Despierten ya!,
La sed de mismidad,
Levanten sus carruajes incurables también:
Eleven ya!,
La indomable plegaria de ser rito y ritual,
Ser quimeras,
Conciencia y destello final.

Princesa sideral,
Amada contagiosa,
Vírgenes tus estrellas,
Culto al ciclo vital,
Llamarada de libertad,
Presencia y sueño ancestral,
Vivencia de otro tiempo, memorial;
Acoge esta morada,
Penetra esta mirada,
Dirige nuestro canto,
Revélate en un rayo hacia el portal;
Ilumina nuestras almas,
Señora de los vientos;
Amante, luna cósmica,
Sendero de la inmensidad.

Otra es la llamada,
Otra invocación, invitación;
A vivir la experiencia,
A sentir la esencia,
De liberación,
Del Amor:
Fuente de la humanidad.

No te ates!

"¿Qué hace falta para despertarse?. No hace falta esfuerzo ni juventud ni discurrir mucho. Sólo hace falta una cosa: la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo, de ver algo nuevo y descubrir lo desconocido. Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que tenemos. Ser capaces de saltar sobre los esquemas y mirar con ojos nuevos la realidad que no cambia.

El que piensa como marxista, no piensa; el que piensa como budista, no piensa; el que piensa como musulmán, no piensa...y el que piensa como católico, tampoco piensa. Ellos son pensados por su ideología. Tú eres un esclavo en tanto y en cuanto no puedes pensar por encima de tu ideología. Vives dormido y pensado por una idea. El profeta no se deja llevar por ninguna ideología, y por ello es tan mal recibido. El profeta es el pionero, que se atreve a elevarse por encima de los esquemas, abriendo camino."

• Tony De Mello, Maestro del Arte de la Libertad.

Quimera

Quimera

Para saber, si ya no quiero estar,
En este mundo extraño, humano, sin que pueda preguntar,
La posbilidad, de que leas esta vez,
Las letras que están escritas, en ensueño y no en papel,
Debo ser.

El conocer, la voz de la conciencia cierta,
La fábula de este misterio, prisionero del porqué,
Me hace descubrir, que quizás no esté despierto,
Pero la certeza, de este sueño, esta visión,
Me hace ver.

La voz de esta quimera me despierta,
En páginas cósmicas inciertas,
Sumergida en un túnel de planetas,
Portales de mi espera descubierta.

En cada volver, dibujado sin disfraz,
Desde el intento de este viaje, un paisaje que vendrá,
Donde nos desnudamos, de lo que fuimos el ayer,
El espejismo de encontrarnos, ya transforma este desierto,
En vergel.

La voz de esta quimera me despierta,
en páginas cósmicas inciertas,
Sumergida en un túnel de planetas,
Portales de mi espera descubierta.